¿Sabes porque se dice “derrochan miel” “tan pegajosos como la miel” y “luna de miel”? La miel es un alimento increíble que nos ha acompañado a lo largo de la vida humana. Descubre más de este tema en nuestro siguiente artículo.
¿Es posible asignarles personalidades a los alimentos? Si así fuera, la miel en un primer impulso, sería super cursi. La razón de esto es que la miel está muy ligada a ideas de amor. Frases como “derrochan miel” “luna de miel” “tan pegajosos como miel” hacen que al pensar en este alimento seamos transportados a ideas dulces y recuerdos cariñosos. Sin embargo, aunque hay una razón para que existan todas estas ideas, la historia de la miel es mucho más interesante y compleja. Testigo de la prehistoria, compañera de faraones y espía de noches románticas aquí te contamos porqué la miel es sin duda uno de los alimentos más relevantes de la historia humana.
La historia de la miel comienza mucho antes que la de las personas. Las abejas hacen su debut en la Tierra hace 65 millones de años junto con la aparición de las flores, la necesidad de esparcir el polen y así contribuir a construir la base de la biodiversidad del planeta. Es gracias a esta característica, es que aún mucho antes de que nosotros camináramos sobre la Tierra, las abejas ya estaban haciendo su chamba para que existiera la vida como hoy la conocemos.
El primer contacto de los humanos con las abejas se encuentra en África, Europa y Asia. En donde a través de la evolución humana, particularmente en Europa y África, se tiene evidencia en pinturas rupestres en Namibia, Zimbabwe, Sudáfrica y España en donde estos dibujos cuentan cómo fue el principio de la relación hombre-abeja en la época de los cazadores-recolectores, aún en los tiempos nómadas.
Con el tiempo, esta relación se fue haciendo más compleja y en muchas culturas pasó de ser un mero alimento a tener una connotación simbólica. Por ejemplo, en Egipto se pensaba que la miel era las lágrimas del Dios Ra y era un alimento con el que se asociaba al faraón. En la vida diaria, la miel se usaba para alimentar a los niños, en la medicina, en los cosméticos, como energizante, tratamiento para quemaduras, llagas, cataratas e inclusive para la elaboración de cerveza y bebidas fermentadas. Gracias al valor simbólico y alimenticio de la miel es que los faraones fueron enterrados con tarros de miel en donde pudimos descubrir otra increíble propiedad de esta y es que esta no se echa a perder.
Los egipcios no fueron los únicos en descubrir las sobresalientes propiedades de la miel. Para los griegos y los romanos la miel y los paneles geométricos de las abejas, tenían un carácter divino. Además, ambos usaban la miel como conservador de alimentos, medicina y para recobrar energía. En el caso de los griegos, fueron los primeros en “domesticar” los panales de abeja con su construcción humana de paneles móviles. Por otro lado, en Roma tenía tanta importancia que en ocasiones la miel era usada para la recaudación de impuestos y a los recién casados se les dejaba un frasco de miel para recuperar fuerzas (😉, 😉) durante toda la luna de miel.
La miel ha sido de gran importancia y fuente de alegría, especialmente en el viejo continente ya que hasta el encuentro de los mundos y los intercambios entre América y Europa era el único edulcorante conocido.
En la era moderna la miel sigue teniendo gran relevancia ya sea en la vida cotidiana como alimento, en las golosas ¿manos? De Winnie Pooh y como remedio para casi todo.
Al día de hoy, sabemos que la miel cuenta con propiedades antioxidantes, es un edulcorante natural más amigable con los diabéticos que la azúcar refinada, contiene una gran cantidad de antioxidantes, conserva la piel joven y bella, evitar alergias, mejorar el sueño y es por excelencia el ingrediente no tan secreto de todos los tés de las abuelas. Sin embargo, la importancia de la miel va más allá de todas estas maravillas y la existencia de este alimento y las abejas está muy ligada con nuestra propia supervivencia.
Las abejas, al buscar el polen de las flores para fabricar su oro líquido son unas de las principales polinizadoras de la Tierra por lo que, sin las abejas, se acabaría la biodiversidad, lo cual haría que toda la cadena alimenticia se viniera abajo y nosotros con ella. Entonces, en lugar de pensar en escenarios catastróficos y fin del mundo, valoremos este alimento y si encuentras una abeja cansada ofrecele una amigable cuchara con agua y azúcar para que continúe con su importante misión de salvar el planeta.
¿Sabías todas estás cosas de este increíble alimento?
