A pesar de la variedad de comida que pueda adornar la tradicional ofrenda, algo que es infaltable es sin duda el Pan de Muerto, el cual le pone más colorido al altar, que ya luce con frutas, bebidas, guisados, veladoras, papel picado, flores de cempasúchil, calaveras de azúcar y por supuesto, las fotos de nuestros difuntos.